RUMORES
Llegado
como un huracán vestido de guerrero,
antes
de que tu alma se estanque en el rumor de la ruina,
ese
cuerpo, pan mojado, se ha vuelto luz mezquina
ante
esta antigua salazón con fuerte sabor al acero.
Resígnate
a este insufrible e inaguantable aguacero,
no
recuerdo cuanto te quiero, ni a ti ni a tu vagina,
ni
cuanto adoro ese clítoris que late con sabor a mandarina
y
mucho menos el tacto de tus tetas, ni tu culo duradero.
No
te desquicies por tu sexo ni mi ausencia,
este
afán por irte o quedarte es tu estado latente,
implacable
y sedienta es mi lejana presencia.
Mujer
no te temas como mujer y sé valiente,
como
un ancla que gira incandescente…
ama
con violencia y si me apuras…vehementemente.
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