Que
noche más entretejida y ondulante,
tan
incierta, tan vacía y petulante,
llena
de dudas, y de celos arrogantes,
de
libélulas que golpean con saña alarmante…
el
corazón enojado de una dama madrynense,
cuando
despierte de ese sueño inquieto
vivirá
en mi eternamente.
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