Buscando
la quinta esencia me encontré con tu vagina,
viendo
latir tu clítoris sucumbí sin disciplina,
acariciando
tus tetas perdí el tacto de mi retina,
mordisqueando
tu cuello aumento mi adrenalina,
apretando
tus nalgas sentí la arena fina,
saboreando
tus labios descubrí los aromas de la quinina,
excelso
sentimiento este de adorar tu vagina.
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