Se cambian de partidos, se van a los infiernos, se agitan como engendros para no perder su poder sobre el pueblo. Se crecen ante todos para no perder su poltrona, ejecutan con sordina... leyes que emborronan hasta la mente más simplona, nos dejan postulantes ante juicios de corruptos con sabor a vacile en noches de Sodoma.

Naces en la ruina, 

entre chinches que abundan en nuestros sueños,

naces con la templanza que genera el desconocimiento de nubes que traen esfuerzos...

naces con el desamparo de la nostalgia, 

con una vida de ensueños, 

pero naces y vives y generas dulzura por impulsos, 

y sueñas,

luego algo suena sin badajo en las campanas, 

solo son exequias de frios inviernos.

Tiempos de interrogantes frustraciones, de miedos por nacer y miedos por envejecer, nos dejan con los suspiros de la incertidumbre, de los apuros de tiempos pasados...de suicidios de culturas y otras causas, nos dejan con lo puesto y sin esperanzas.

El último suspiro

 

Horror de las gentes, miedo y miseria,

llega el castigo, estruendo de guerra,

roto en pedazos, inmensa ruina,

moradores del infierno, caos en la tierra.

Duerme el hombre un profundo sueño,

en supina postura la muerte le espera,

quiere escapar de esta vida perversa,

donde la paz y el amor son pura quimera.

Huida cobarde ¡sálvese quien pueda!

ni el llanto de un niño amansa sus maneras,

tienen que ponerse a salvo

más allá de las fronteras.

Mientras sueña nada le turbará,

será  como si nunca hubiera existido,

en el campo de batalla nace una flor,

será la esperanza en el último suspiro.

Ojalá coincidamos en otro tiempo, en otra vida,

que no seamos tercos, ni jovenes ciegos,

ni testaduros insoportables,

sin razones pero con profundas pasiones...

esperaré paciente el destino, sin orgullo

ni maquiavelicas pretensiones, ojalá.

Siempre hubo emigración, siempre saldremos los sin fronteras, los sin papeles, los parias, los abandonados, los humildes, los desvetajados... los sin dueño, los bohemios...los refugiados, pero lo mas terrible y mediocre es que siempre seremos descontados del incremento del paro y anulados de los servicios publicos del estado.

Así que supongo que solo el alba tiene razón,
debería haber visto lo que había allí,
y no algo de luz oscura, casi apagada
que gateaba por mis venas.

Y ahora no me importa no haber tenido suerte,
no lo echo tanto de menos,
hay simplemente tantas cosas,
que puedo tocar...que lamentarme es casi inerte.

VAMOS A DECIR MENTIRAS

 

No subiré los impuestos

-palabra de caballero-

pero unos días después

sube el I.R.P.F. lo primero.

Pero la derecha no miente,

solo lo hacen los rojos,

el P.P. es puro y casto,

la izquierda, palomos cojos.

Con mayoría absoluta

harán de su capa un sayo,

y el pueblo en la puta calle

haciendo arte y ensayo.

Tan solo es el principio,

hasta los callos recortarán,

nosotros los hemos puesto,

los ojos nos sacarán.

Joder con los putos ajustes,

el nombre nos van a quitar,

atrás quedará lo bueno y

          el estado de bienestar.

CLAMORES DE ILUMINADO

¿Qué hacer con cuanto digo?

daré el do de pecho con disciplina

y la decencia que genera la cocaína

al prometeros el bienestar del mendigo.

Creed en mí porque soy la solución,

emerjo como un dios en el día de hoy,

clama un letal y exultante Rajoy

con los ojos sangrantes en ebullición.

Vengo a cumplir sin prisas mis promesas

aunque tenga que acudir a la beneficencia

os daré pan, agua e ideas espesas.

Tomaros la crisis con calma y paciencia,

con la que se avecina, aroma de fresas,

mientras tanto, conformaros con mi presencia.

¡Oye! ayudame a sujetar las esclusas que encierran 

todas las lagrimas que derrama la humanidad, 

ayudame a convertirlas en una sin razón,

en una leyenda y no dejarlo como una historia,

como un cuento escrito en el viento,

no dejarlo como un vivir hacia la muerte sin pensarlo,

sin ser objeto de un corazón abocado a un nacimiento,

que con una vida apagada te llevó a una muerte vacia, con sufrimiento.

Soñé en un mundo ruidoso. sin juicio,

soñé con la virulencía del sentimiento perdido,

soñé con el desierto...

con la frialdad que genera un dolor sin ser corporal,

un dolor de entrañas, casi inmaterial,

que solo es percibido desde una emoción visceral,

y soñé en tu desierto...

en la profundidad de tu deseo inmortal,

en tus noches saciadas de un deseo de libertad.

He estado sintiéndome realmente bien,
hice un largo viaje desde la incomprensión,
lejos de los dias en los que no quería irme a casa,
porque tenía miedo de la verdad.

Mira, estaba asustado de admitir
que fallar estaba en mi cabeza,
llega un punto en el que mentir ya no funciona
así que tienes que defender cómo quieres vivir...

Esta noche es la noche, 

la noche en que perdemos el control,
esta noche es la noche,

la noche en que lo hacemos empezar.

Caminando entre la lluvia tratando de aclarar mi cabeza,
la ciudad nunca duerme, pero encontraré una cama para mí
y cerraré los ojos y trataré de escapar,
todas las noches solitarias y el salario mínimo,
la esencia de querer escapar...
ahora mismo solo queda un viento oscuro de libertad.

Los tiempos son duros, así que bebamos por lo que tenemos,
agarra tu trago, ten algo de fé y sueña con la libertad,
estos largos días valdrán la pena cuando seamos mayores,

el peso sobre nuestras espaldas dejara de ser destructivo y

  juntos brindaremos por aquello que ansalzó nuestra niñez.