Vientos
Lleva el viento
destellos de rachas inevitables,
de lluvia que horada
un sentir agotado,
de palabras perdidas
en un silencio detestable,
de un amor que si no
muere, quedara aplastado.
Desgastado el cuerpo,
pan mojado, y ante ti, postrado,
es mi peor momento,
mi mayor espina, sueño abominable,
mi fiebre perenne y
eterna, me enloquece extenuado,
ese diluvio en mi
mente me domina de manera despreciable.
Cuando la inundación se
inicia, nadar no es suficiente,
deja que el corazón empuje
y que salve lo posible,
apriétame contra ti,
soy un incompetente,
una lagrima perdida
dentro de un laberinto temible.