REGRESARÁS...

Lo se desde antes de anteayer,

se que alguien acaricia tu cuerpo,

que ese idiota te quiere convencer

de que tu y yo somos...pasado.

Ya me entere de ese anuncio en internet,

que yo soy el malo, que todo el mundo te cree,

que luces sonrisas desde que no me ves,

mas feliz con otro a tu lado.

El peaje de olvidarte agota mi corazón,

esa decisión de alejarme, te hace infiel,

siempre quise ser la mitad de tu camino,

nunca quise perderte y tu has ganado.

Si algún día decides regresar

que sea porque te pirras por mis vientos,

que no soy tu comodidad,

que lo nuestro siempre fue un sueño enamorado.

PARA EL SIGLO QUE VIENE

Tal vez un año de los próximos que vienen

te contaré la historia que nunca terminé,

cuando deje de llover, cuando se apague la ternura,

cuando los alicientes no tengan cura.

Tal vez cuando el pasado no huela a mañana,

el fuego no arda en las praderas

ni el sol ilumine el amanecer siquiera,

ni vengo ni me voy, me quedaría si pudiera.

Pero mi historia no te pone lejos de mi,

si acaso las pesadillas llenas de niebla,

a ti siempre te tengo a mi vera

desde el rudo verano a la dulce primavera.

ALMA DESBOCADA

Mientras duerme el deseo

nosotros hablamos de amor.

Tan sencillo, tan cotidiano,

abrir el armario, salir del destierro.

Cuando todo esta inquieto

reluce tu sonrisa en mi interior.

Cuando en mi pecho habita tu corazón,

los dioses son figuras de barro.

El cielo , menos azul desde aquí

sonríe mirando la mañana.

Mientras, tu, alma desbocada,

enciendes cada rincón de mis entrañas.

MAS SABIO

El tiempo no hace preguntas,

siempre es atrevido,

se inunda de pecados

y su perdón nunca es el olvido.

Es un reloj de noria ascendente,

un pasar el día menguante,

un lucero que apaga las horas

de un sol frenético y radiante.

Pero al tiempo nunca le diré

que he dormido en tus labios,

que la rosa que adoro es puro donaire,

que acurrucarme en tu alma me hizo mas sabio.

SIN ATADURAS

Beber de tu boca es estar enamorado,

es besar tus besos, un ronroneo de paloma

armoniza el amor, llena el aire con tu aroma

tan solo con empujar el mar verdeazulado.

Mi corazón es un ritual ruborizado,

una ardiente marisma que por mis poros asoma,

eres una amapola roja que mi torso toma,

un arcángel hermoso, un sueño amado.

Al fin y al cabo este sentimiento

se hace cada vez mas desobediente,

alzo mi voz sin perder el aliento.

Este oficio sin ataduras, penetrante,

esta hoguera que conjura el pensamiento,

esta vida a tu lado, tan versátil y valiente.

SANA, REMOTA

Me arde la boca,

se me queman las palabras.

Apenas sin aire en los pulmones

me quito la corbata.

Canto con las ultimas esquinas

la elegancia de un cutis tan fino, de plata.

Ella se quitó el vestido

y yo perdí la cordura, inquieto.

Ni rosas ni almas tranquilas,

solo tu voz me sonaba en el oído.

Pena limpia, siempre llora sola,

que madrugada sana y remota.

Se empeña la inmensa noche

en poner recodos a la aurora.

Los planetas giran confusos

en el interior de la alcoba.

Hoy el día se va despacio,

se va cruzando la rivera.

Y yo agoto mi tiempo

entre el sol de primavera.

CUANDO NO ESTAS

Cuando todos los recuerdos

son surcos en la tierra

se acunan los hombros al amanecer

en un largo esqueleto de piedra.

Cuando la luna se despeña por la ladera

haciendo llagas en el horizonte

se entierra el paisaje entre lúgubres

musgos que se esconden como polizontes.

Cuando se ironiza sobre el vientre de la vida

y se llenan de lepra las ciudades,

las guitarras suenan a lamento

y los sauces lloran sus ritos celestiales.

Cuando el odio encumbra al caminante

y los héroes se hacen villanos,

los galones del capitán

dejan de ser humanos.

UNA SOMBRA, UNA GUITARRA SORDA

Que fea estas sin tu sonrisa de primavera,

que oscura piel bajo tus ojos te martillea,

tanta ausencia en la comisura de tus labios,

ese abandono que sufre tu carne, friolera.

Acompaño a tu sombra silenciosa color cereza

buscando tu hermosura entre secos matorrales,

lirios de algodón asomando entre cristales

hasta recuperar los rasgos perdidos de tu belleza.

Quizás afeó tu lindeza la luna herida

o las aguas del estanque frías, acunadas

o quizás fuesen las noches estrelladas

que dejaron tu rostro rugoso y sin vida.

Queda una angustia, una sombra,

una guitarra sorda, sin cuerdas, sin notas,

el vuelo cansado de una vieja alondra,

queda el feo lado de mil derrotas.