CANCIÓN DE LUCHA

 Solo callaré cuándo el ruido me deje pensar,

vivo con ausencia para hacer que esto funcione,

levito para evitar que nada me haga daño,

un fugitivo esperando cada momento.

Dejo que mis palabras cambien la dirección,

espero que todo arda con una escueta cerilla

dentro de mi adormilada y tortuosa cabeza

incitando los sueños a una sonora explosión.

Así es la maltrecha canción de mi lucha,

esa es la funesta prueba de que llevo razón,

en realidad no importa si nadie me cree,

a mi todavía me queda mucha pelea en el corazón.

Hay fuego ardiendo en mis huesos,

quizás es que solo tengo una mínima cerilla

y que la ironía no tenga nada que ofrecer...

seré polvo antes de que todo este roto.

SE TRATA DE NOSOTROS

 Háblame de esos ojos que cuentan historias,

dime de verdad todo lo que quieres cambiar,

no maldigas nada de lo que has hecho,

algunos caminos de ayer son sucias escorias.

Cuéntame aquello de la cima del puente,

jurabas que unas alas en el horizonte sostenían un ángel

que se posó frente a ti pronunciando tu nombre,

diciendo que los tiempos permanecerán para siempre.

Háblame de esas estrellas fugaces tras la colina

que vinieron a llevarse el mundo, no te contengas,

las palabras se sostienen entre alcohol y brillantina,

los sueños en sabanas con olor a naftalina.

Carretera despejada sin final de camino,

cualquier lugar es bueno si sopla el viento,

podemos sacar los brazos por la ventana,

es para eso para lo que vivimos.

Soliviantarse

 Compraré de lo viejo...lo bueno,

de los sueños usaré...los besos,

a los vientos robaré...el universo,

al susurro del amor...tu aliento.

Venderé el miedo como estiércol,

las palabras con sabor a esencia de rutina,

dejaré el olvido en el campo de batalla,

los ecos mal sonantes en un patético tío vivo.

A los gritos detendré con poemas de silencio,

 al ultimo suspiro le escribiré un soneto ,

a un amanecer frio le regalaré un sentimiento,

parare lo incierto con el fuego del infierno.

Maldita poesía que habla de lo etéreo,

que deja la luz en lo mas recóndito del cielo ,

los abrazos desgarrados entre un raído terciopelo,

maldita poesía que al vivir sin ella...muero. 

VIVIRAS ETERNAMENTE

Esos días de lucha ahogada,

de contar ociosos cuentos,

de morderse las uñas sin aspavientos,

esas noches de ilusiones apagadas.

Le pediría al cielo escribir  en el,

me elevaría hasta encontrar su perfume,

pondría la poesía ocultándola del sol 

para que siempre nos fuera fiel.

Es este tiempo que ha llegado,

este cerrar libros de paginas inacabadas,

es el tiempo de terminar las ultimas miradas,

aventura del amor, enorme legado.

Pídeme un deseo y descarnare mi corazón,

débil o fuerte, tanto por aprender,

subiré a tu estrella que me falta por encender,

lo correcto o lo incorrecto, el poder de la razón.