martes, 19 de noviembre de 2013



INFELIZ
Tu ofensa me contagia y ensalza mi pudor,
caído entre mis huesos mastico tu presencia
que arrastrando por los suelos salpico la indecencia
más allá del ritual impoluto que genera el estupor.

Como el sol arrojándose a la mar apagando su candor,
esta criatura salvaje, impura, elocuente, sin esencia,
cabalga como el viento sin retorno, sin obediencia,
como un amor viejo, prisionero y con furor.

Diluvio de palabras llenas de un putrefacto rencor,
de un sentimiento pegado a un alma sin conciencia,
subiendo al cielo de la mente con letal clemencia,
mi cuerpo, pan mojado, muere infeliz por amor.

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