Suaves cuestas
Suaves cuestas me
enseñan el camino
y aunque fuera
abatido con saetas llenas de inquina,
mi amor más profundo
sería la morfina
que soportara el
dolor que tolerase mi destino.
Porque no soy un
demente para vivir extasiado,
soy un frágil vagabundo
que la suerte le domina
ocultando su amor ante
una espesa neblina,
bebiendo su propia
hiel al sentirse enamorado.
Y es que cuando el
temblor se inicia,
el diluvio destroza
la música más solemne,
rompiendo lazos de
vida, un dolor roto que desquicia.
Suaves letras conjugan
esta humilde secuencia,
sin precio, ni alto
ni bajo, ni tanto por ciento…te quiero
y el futuro aunque
incierto, reverdece esta vivencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario