sábado, 23 de agosto de 2014

Suaves cuestas

Suaves cuestas me enseñan el camino
y aunque fuera abatido con saetas llenas de inquina,
mi amor más profundo sería la morfina
que soportara el dolor que tolerase mi destino.

Porque no soy un demente para vivir extasiado,
soy un frágil vagabundo que la suerte le domina
ocultando su amor ante una espesa neblina,
bebiendo su propia hiel al sentirse enamorado.

Y es que cuando el temblor se inicia,
el diluvio destroza la música más solemne,
rompiendo lazos de vida, un dolor roto que desquicia.

Suaves letras conjugan esta humilde secuencia,
sin precio, ni alto ni bajo, ni tanto por ciento…te quiero
y el futuro aunque incierto, reverdece esta vivencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario