Los gritos del cansado
Mi
espalda no soporta el planeta,
que
ganas tengo de que el miedo cambie de bando,
estas
lagrimas que ahogan el canto
viendo
pasar tarde tras tarde esta vida incierta.
En
nada se parece a lo prometido,
abocado
a revolver en u contenedor de basura,
mi
tiempo queda encerrado en una horrible escultura,
los
sueños son pesadillas sin sentido.
Ahora
solo nos queda una eterna cola del paro,
unos
gritos desesperados, de fuego, cansados,
mil
paseos por el parque y bancos desgastados,
ahora
solo queda fenecer con descaro.
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