Me siento como el tema del que nadie quiere hablar,
empezamos de forma inocente, casi trivial,
hasta que me vi dentro de tus problemas
y todos los besos y abrazos se quemaban antes de llegar.
Se ha sumado al aliento una épica maldición,
una torrencial desdicha nos deja sin nada que decir,
apenas nos queda la nota de una balada
y su tono egoísta impide una solución.
No sé cuándo fue lo de desenamorarse,
cuando nuestros aires se burlaron del espacio,
le clamo a la noche dormir para no ser un engendro,
flotar en el océano no nos cambiara de opinión.
A lo nuestro le queda poco tiempo,
nos queda una mancha tan grande
que nos balanceamos sobre el corazón.
nos desenamoramos de un maravilloso cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario