miércoles, 2 de diciembre de 2015

AQUELLA MAÑANA FRIA

Necesito tener la ansiedad cumplida,
el final de mi rostro demacrado,
sencillo el gesto,la voz serena y fría,
cuándo tendré, por fin, la luz de la vida.

Cuándo estará cada palabra mía sosegada,
suave el aliento, beso eterno de compañero,
cuándo tu mirada podrá decirme te quiero y
la dorada pena del desamor, limpia en tu almohada.

Porque necesito poner tu nombre a cada latido,
tu sonrisa plasmarla en la aurora boreal,
los besos abrazados antes de que llegue el olvido.

Desperté soñándote aquella mañana fría
y le puse a tus besos, tu nombre y tu sonrisa...
 cielo, sol y océano lleno de alegría.

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