-ME DIGO-

Hoy quisiera soñar con amapolas,

apretar tus manos en la aurora,

ver jugar al lucero con la alondra,

oír el trinar confuso del ruiseñor,

sentir tu corazón que se hace el desentendido

cuando tiemblan tus labios al decirte, amor.

Así esta todo,

el tiempo comienza a distraerse

y aunque no hay retorno

pasa cerca del agua y me arropa su sonrisa,

brota en mi la caricia viva, quédate en mi, alma mía,

“esta ansiedad -me digo- debería ser efímera.