jueves, 28 de julio de 2016

                                                                                      XIII

Qué caminar tan excelso es la ignorancia cuando compartes una única forma de vida, cuando piensas que detrás de los muros no hay nada, que la tierra es plana, que el hombre forma parte de un juego, que somos un montón de brisa tornasolada, que nacemos porque sí, que vivimos para nada, que morimos en desbandada…que ser útil es un instrumento de tortura de la época de Torquemada. 


Escuchad atentamente mis palabras,
dadme siquiera este consuelo,
tolerad que hable,
¿es de un hombre de quien yo me quejo?
¿o del reptil convertido en hombre?

Maldigo al que vomita riqueza dulcificando la maldad bajo su lengua,
maldigo al que para reparar un daño devora todo lo que hay a su alrededor,
maldigo al orador que desde lo alto del pulpito reprime la libertad de los sentidos,
maldigo al hambre y al tirano, al frustrado,
maldigo las fosas comunes y al ídolo de barro, las lenguas de doble filo, al inhumano…
maldigo a los desahogados.

Separar la paja del grano, es el respiro del alma de los vejados.

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