Creamos unos demonios que no nos dejan fingir,
son demasiado difíciles de afrontar,
alguno de ellos diría que es casi imposible
que salga de su mente la palabra libertad.
Todos estos años de olvido, tirados,
donde vivir de rodillas significaba bienestar,
donde sin nada que hacer justificabas el soñar
ahora el hombre se pierde sin sabor a la paz.
Ya sé que lo que digo, ya esta dicho,
que a esta charla le sobra teatro,
que el amor se muere con estos inviernos fríos,
que aun falta mucho para recuperar el tiempo perdido.
Puede ser que tarde en cavar esa tumba azul,
enterrar el pasado y huir,
que pueda atravesar tormentas y diluvios,
que a este desatino le falta tiempo para recuperarse.
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