Escudriñando el juego...el azar es pudridero,
la fuente que lo alimenta jamás se termina,
es una opción tan banal como las almas mezquinas
que provocan inexorablemente el aguacero.
Prefiero una amistad repleta de citas en el minutero
haciendo que dos extraños generen con virulencia
"momentos" sublimes mas allá de la paciencia
provocando el éxtasis en el segundero.
Lo que dura es el tiempo, los momentos,
los vientos que arrastran las esencias,
las bellezas ocultas que proclaman indulgencias,
y si eso es tolerable...creceran los sentimientos.
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